GUATEMALA 2018

Hola de nuevo amigos de la Fundación.

Como sabéis cada año un grupo de voluntarios viaja a San Juan de la Laguna ( Guatemala)  donde la Fundación tiene un comedor infantil y una clinica materno infantil. Al volver nos gusta explicar un poco como ha ido el viaje y compartir con todos vosotros estas bonitas experiencias.

Hemos preferido que sean dos voluntarios los que nos expliquen sus reflexiones sobre como ha ido el viaje y la experiencia este año.

Os dejamos el escrito de nuestros amigos y vountario Albert i Alba.

 

Esperamos os guste!

 

Hola! Ens presentem, som l’Albert i l’Alba i aquest any hem tingut la gran sort de poder participar fent de voluntaris a la Fundació Quetzal en un poblet de Guatemala anomenat San Juan de la Laguna.
Hem creat aquest escrit per transmetre les nostres emocions i sensacions; a banda de fer esment del que realitzàvem. D’aquesta manera sabreu com de fidel és la Fundació i com no deixen de lluitar per crear un model de viure pel quan lluiten, avui dia encara després de tants anys.
Aquest poblet es situa prop del preciós i enamoradís Llac Atitlán, i és on la família que hem creat els voluntaris realitzàvem la majoria de les nostres tasques; Una d’elles fer classe a dones que no han tingut l’oportunitat d’anar a escola, la qual cosa coincidim plenament que és una de les feines que ens ha aportat més riquesa a nivell emocional. És increïble com dia rere dia lluiten per rebre una petita educació d’una hora i 30 minuts i les ganes que li posen.
D’altra banda, també hem pogut observar com els nens i les nenes reben un menjar diari de qualitat i com aprofiten per realitzar activitats de caire educatiu després del menjador mentre les mares fan les seves classes. Per tant, us podem assegurar que la fundació funciona! A més, una de les seves filosofies és fer que les persones de San Juan siguin autònomes i mica en mica, ho va aconseguint, ja que aquestes tasques les realitzen siguem nosaltres o no.
És molt encoratjador sentir la presència de la fundació a San Juan, doncs ja sigui pel menjador, colònia, metge, clínica, … no es pot distingir ni imaginar un sense l’altre.
Acabant, ens quedem amb un noi que rondaria els vint anys, conductor d’un dels famosos tuc-tuc. El noi, reconeixent-nos com a voluntaris de la Fundació ens va aturar per cantar-nos la cançó del “Sol solet” i ens va dir que va aprendre la lletra al menjador quan era petit. Com ell, molta gent de San Juan han estat ajudats per la Fundació; per tant, fem que segueixi essent així.
Gràcies per la vostra atenció i molta sort per aquesta població tan amable que amb res, t’ho donen tot.
Hola! Nos presentamos, somos Albert y Alba y este año hemos tenido la gran suerte de poder participar haciendo de voluntarios en la Fundación Quetzal en un pueblecito de Guatemala llamado San Juan de la Laguna.

Hemos creado este escrito para transmitir nuestras emociones y sensaciones; además de mencionar el que realizábamos. De esta manera sabrá como de fiel es la Fundación y como no dejan de luchar para crear un modelo de vivir por cuando luchan, hoy en día aún después de tantos años.

Este pueblo se sitúa cerca del precioso y enamoradizo Lago Atitlán, y es donde la familia que hemos creado los voluntarios realizábamos la mayoría de nuestras tareas; Una de ellas dar clase a mujeres que no han tenido la oportunidad de ir a la escuela, lo que coincidimos plenamente que es una de las tareas que nos ha aportado más riqueza a nivel emocional. Es increíble como día a día luchan para recibir una pequeña educación de una hora y 30 minutos y las ganas que le ponen.

Por otra parte, también hemos podido observar como los niños y las niñas reciben una comida diaria de calidad y como aprovechan para realizar actividades de tipo educativo después del comedor mientras las madres hacen sus clases. Por lo tanto, podemos asegurar que la fundación funciona! Además, una de sus filosofías es hacer que las personas de San Juan sean autónomas y poco a poco, lo va consiguiendo, ya que estas tareas las realizan seamos nosotros o no.

Es muy alentador sentir la presencia de la fundación en San Juan, pues ya sea por el comedor, colonia, médico, clínica, ... no se puede distinguir ni imaginar uno sin el otro.

Terminando, nos quedamos con un chico que rondaría los veinte años, conductor de uno de los famosos tuc-tuc. El chico, reconociéndonos como voluntarios de la Fundación nos detuvo para cantarnos la canción del "Sol solecito" y nos dijo que aprendió la letra en el comedor cuando era pequeño. Como él, mucha gente de San Juan han sido ayudados por la Fundación; por lo tanto, hacemos que siga siendo así.

Gracias por su atención y mucha suerte para esta población tan amable que con nada, te lo dan todo.


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